Una limpieza deficiente puede poner en peligro los procedimientos de desinfección y esterilización. Un aparato de limpieza y desinfección que no funcione de manera óptima puede permitir que queden residuos microscópicos muy perjudiciales para el proceso de desinfección y esterilización.
Una de las mejores, y más fáciles, maneras de comprobar si el instrumental se limpia adecuadamente es constatar el funcionamiento del equipo de limpieza con las pruebas de eficacia de limpieza descritos en BS2745 ISO/TS 15883-5:2005(2) y en el documento orientativo HTM2030 publicado en el Reino Unido.
La ‘suciedad de prueba’ de Browne para aparatos de limpieza y desinfección está diseñada para simular la suciedad que se produce de manera natural durante el uso en quirófanos y su comportamiento es equivalente a la suciedad Edinburgh Soil.
La prueba de suciedad Browne se suministra en forma de polvo, en tarros de prueba individuales. Un tarro, una prueba.
Simplemente añada agua hasta la línea de llenado, coloque la tapa, agite bien y aplique a la carga de prueba con el cepillo
suministrado. Tras un período de secado de 30 minutos** a temperatura ambiente, límpiese la carga de prueba con los métodos habituales y compruébese si han quedado restos de suciedad. En cada caja se incluyen instrucciones detalladas de uso.
El color rojo intenso de la suciedad de prueba Browne permite indentificar fácilmente las zonas que no se han limpiado correctamente, y con ello ofrece un analisis visual de la eficacia del equipo.
No tóxica; no contiene productos derivados de la sangre.